Las empresas de nuestra industria cada vez son más conscientes de la seguridad y cada vez están más técnicamente preparadas.
Mientras que el mundo siga enfocado en diseñar y construir todo más pesado, más alto y más rápido, es nuestra responsabilidad asegurar que todos esos objetivos se cumplan sin sacrificar la seguridad.
Éstas 3 R’s nos ayudarán a que nuestra industria mejore, asegurando seguridad, productividad y beneficios sustentantes.
La primera «R»: Rigging
Los incidentes de gran magnitud que aparecen en las noticias e incluso las redes sociales, han destacado la importancia de los riggers calificados/certificados al más alto nivel en la historia de la industria.
Muchos clientes requieren ahora de planes de izaje, diagramas, planos, registros de formación o certificación del operador y rigger, certificados e inspecciones de los vehículos y accesorios, entre otros.
Estos requisitos aseguran que nosotros como empresa, entrenemos y desarrollemos un personal técnicamente astuto y cualificado.
Hoy en día hay un movimiento global, un esfuerzo cooperativo, para compartir las mejores prácticas y garantizar la seguridad en las maniobras.
El movimiento busca estandarizar los requisitos de calificación de quienes se aseguran que cualquier maniobra o cualquier aspecto relacionado con rigging, señalización, izaje y accesorios, cumplan o superen los más altos estándares con el objetivo de no tener accidentes.
Por lo tanto, un soporte continuo para estándares y procedimientos de rigging, cualificados/certificados, es fundamental.
La segunda R: Renta
La renta de grúas y equipo relacionado, no puede ocurrir sin personal cualificado: operadores, riggers, ingenieros, personal de apoyo y profesionales de servicios y seguridad.
La renta de un equipo incluye a un personal cualificado, así como los costos asociados con estas personas críticas y los servicios que brindan.
Cada día se necesitan nuevas áreas de experiencia de rigging. Esto es lo mismo independientemente de levantar, colocar, mover, erigir, desmontar o apoyar de otro modo el proyecto y las necesidades del cliente.
El costo promedio del equipo, las tarifas laborales y los costos de capacitación continúan aumentando. Ahora es más importante que nunca que los expertos en rigging entiendan que son un componente central del equipo que se está alquilando para poder llevar a cabo estas funciones. Y sin embargo, es más difícil que nunca diferenciar entre equipo y fuerza laboral.
Esos tiempos han terminado
La grúa o la máquina por si misma, es de hecho un «artilugio» en el mercado actual, y la experiencia y soporte son el valor agregado que se debe ofrecer para asegurarse de que los proyectos son gestionados de manera segura y rentable.
Prácticamente, los días en que comprabas una grúa y se la mandabas al cliente, confiando que él mismo hiciera la maniobra, se han terminado.
Los días en que los fabricantes proporcionaban a los técnicos y al personal de servicio para que las grúas estuvieran funcionando el mismo día, también se han terminado.
Y finalmente, la última R: Responsabilidad
Nuestra industria es estadísticamente una de las más difíciles y peligrosas del mundo.
A nivel mundial, continuamos invirtiendo en nuevos equipos, programas de seguridad, cursos de formación, cumplimiento de los reglamentos, partes, servicios y mejores prácticas. Esto garantiza que protegemos a nuestros empleados y brindamos a nuestros clientes las mejores soluciones en maniobras.
Y estas es nuestra misión como industria, y nuestra responsabilidad compartida.
Comprar una grúa es mucho más que sólo una grúa. Equipos adicionales, accesorios, ropa especial, seguros, programas de formación, pláticas sobre seguridad, cumplir la normativa, transporte, etc…
Toda esta inversión requiere que las empresas expliquemos al cliente que aunque todo esto es necesario, no es gratuito, ni barato.
El retorno de la inversión
¿Qué tienen todos los siguientes ejemplos en común?: Clases de tennis, clases de golf, entrenadores personales, mecánicos y fotógrafos?
La respuesta es que el costo por cada uno de esos servicios varía entre $600 y $2000 por hora.
¿Tienen estos servicios mayor responsabilidad, riesgo o requieren de mayor experiencia que un rigger, operador de grúa o un ingeniero que supervise una maniobra?
¿Es más peligroso golpear una bola de golf al lago que levantar un buque de 100 toneladas y moverlo por la ciudad?
Aquí es en donde debemos ser más responsables y educar a nuestros clientes, explicarles que las empresas que están operando profesionalmente y que están capacitadas, están invirtiendo en estas iniciativas para ayudar a ofrecer un mejor servicio; y éstas inversiones merecen un retorno adecuado.
¿Algunos en nuestra industria ofrecen precios bajísimos al cotizar servicios de maniobras con personal entrenado, certificado o cualificado? ¿Hay quienes «no quieren dejar escapar el dinero» en lugar de trabajar en un modelo sustentable que les permita re-invertir en equipos y crecer? ¿Vemos clientes que intentan negociar el precio más allá de lo razonable?
En los casos en que la respuesta es sí, estamos hablando de acciones irresponsables. No están ayudando a los clientes, empleados o a la industria, en mediano/largo plazo.
Es nuestra responsabilidad proveer equipo seguro, de calidad y a la vanguardia; y al personal que pueda realizar maniobras de manera segura.
Operar responsablemente en esta industria significa que debemos invertir en nuestro personal, nuestros equipos y nuestro entrenamiento y formación; para construir una industria que alcance y supere las expectativas de nuestros clientes y empleados.
Las 3 R’s significan un futuro seguro y brillante para la industria, fomentando éstos valores en las próximas generaciones.
